sábado, 30 de junio de 2007

Taza de café


Siempre ha existido entre los dos…
cuando nos mirábamos tiernamente
y ahora en nuestra más cruel despedida…
“¿Acaso la tibieza de la taza nos reconforta?”
Almu


La taza fue el testigo de nuestro primer beso,
un beso con sabor a café azucarado...
dulce como la vibración que nos recorrió el cuerpo
pero con un final amargo, presagio de estos tiempos...
Y hoy, sin besos, sin la dulzura y el sabor que nos sobrecogió
apuramos los últimos y más amargos posos,
dejamos que el silencio sea nuestro postrer testigo
y nos diremos adiós sin poder, siquiera, mirarnos a los ojos.
Javier

No hay comentarios: