lunes, 19 de mayo de 2008

Arcón



Arrodillada ante él
he buscado hasta el fondo
no hay donde jamás hubo
un recuerdo de tu amor.

Almudena

Te llevo en otro arcón

El arcón en dónde guardo tus recuerdos
no me ha dejado jamás que me arrodille:
lo llevo en el pecho refugiado,
a lo ancho de la piel, en las pupilas,
por las yemas de los dedos, por la médula,
perdido en la memoria y la plegaria...

Es un arcón que me acompaña siempre
aunque está demasiado escondido:
lo tapa el miedo a que puedas herirme,
o ser de nuevo traicionado...

Nunca supe si fueron mis fantasmas
los que crearon en mi tanto infortunio,
los que precipitaron aquella evasión loca
en la que me alejé para siempre de tu lado.

Y, hoy, al oírte decir que buscas inclinada
recuerdos de mi paso por tu vida
en un arcón que ya no guarda nada...
me has hecho dudar de lo que hice:
¿por qué te ensimismaste en tu silencio?
¿por qué no me dijiste qué ocurría?
¿por que asumiste mi ofensa tan callada
si mis celos vieron traiciones y mentiras
si fue mi mente y no tú, la que me traicionaba?

Te llevó en otro arcón muy escondida
aunque sé que no te sirve para nada...

Javier

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