miércoles, 28 de mayo de 2008

Propiedad Privada



Habitas en mí
sin documentación
sin hipoteca ni intereses
te entregué las llaves
sin garantías ni condiciones.


Almudena

Habitar en ti es mi destino

Habitar en ti me da la paz,
me da el sosiego para seguir la huella
detrás de la que voy desde que me encontraste.

Y fuiste generosa,
no me pediste nada,
sólo un abrazo tibio
mientras por mi cintura retozabas
y los dos nos caímos
como dos hojas que abandonan la rama,
embebidos en un rumor de besos
y en un volar de manos liberadas...

No fuimos más allá,
–la luz del medio día nos cegaba–
pero fue suficiente
para sentirme habitando tu cuerpo
sin darte garantías ni avales ni fianzas.

Desde aquel mediodía
he seguido anidando en tu cuerpo,
tú has seguido alojada en mi alma
y los dos hemos sido testigos
de este fuego que en el pecho se inflama,
que revienta cual tormenta en el estío
y se nos desborda, en paz, por las entrañas.
Javier

No hay comentarios: