miércoles, 28 de mayo de 2008

Astro


Las caracolas cantan
enigmáticas vivencias
ella pasea los encajes de sus enaguas
sobre la fresca arena.
Espera solitaria
del amante que emerge
de las altas olas.

Almudena



Miras al horizonte mientras yo te cuido

Me gusta observar detrás de los arbustos
tu paso decidido sobre la fría arena
mientras la espuma juega entre tus dedos finos
y moja las puntillas de tu enagua de seda...

El viento se te enreda por la melena rubia
mientras tus ojos huyen más allá de las brisas
buscando un horizonte donde el sol se refugia
o llamando al amante que te dejo en la orilla.

Qué lejos se nos quedan todas aquellas tardes
en las que, de la mano, los dos oíamos
el rumor de las olas, la cadencia del paso
con la espuma lamiéndonos los tobillos.

Pero fuiste tras él porque yo era muy poco,
apenas una mano que te daba cariño,
y el prefirió otras tierras, otras manos, otros refugios
y te dejo varada en medio del camino.

Son ya muchas las tardes que has llegado a esta orilla
creyendo en la promesa que te dejó en el beso,
y son las mismas tardes que yo, aquí escondido,
te he estado acompañando
aunque nunca has querido mirar a este escondrijo...

Te lo debía decir aunque ya no te importe:
¡Te seguiré esperando aunque nunca me mires!

Javier

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