sábado, 14 de julio de 2007

Cristal


Era tan frágil el amor…
que el canto del gorrión
lo hizo mil pedazos...
“Cuando todo y nada destruye lo que no existió”
Almu

El canto de gorrión al que tú aludes
ha sido la risa más fresca y saludable que jamás escuché.
La alegría de alguien que me lo daba todo,
que no regateaba ninguna de sus prendas para hacerme feliz.
Y eso es algo que jamás entendiste:
que alguien pudiera ir haciendo el bien sin pausa,
sin reclamarme nada,
abierta de par en par como se abren los valles
para que nos perdamos en medio de sus fuentes
y bebamos sin parar de sus arroyos
y podamos entregarles las simientes
hasta quedar íntimamente saciados.
Tú quieres menospreciar su canto, su calor,
pero nada de lo que me dio,
fui capaz de sentirlo entre tus brazos.
Javier

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