lunes, 16 de julio de 2007

Lobreguez

La noche cubre de tinieblas la ciudad.
Se van apagando las últimas luces
Y con ellas la triste esperanza
que tenía de tu regreso…
“Ni encendiendo mil velas volverá luz a mi corazón”
Almu



Una noche tras otra
sigues esperando detrás de los cristales
a que la luz se apague,
a que las velas dejen su cera en los rincones,
a que la gris penumbra te vaya recogiendo,
y a que tus ojos sean más tristes cada noche...
pero yo ya me fui y debes aceptarlo,
ya nada volverá por mucho que lo pidas,
ni porque pongas velas ni cirios ni faroles,
ni porque cubras los cielos de rogativas...
La vida me ofreció otros sabores
y a ti ya te olvidé...
aunque, decirlo así, te duela bastante.
Javier

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